Fabio fue personero en el 2001 de la I. E. El Salvador y desde allí empezó a gestionar: “hacía muchas cosas por el colegio, ahí fue donde me conoció Omar Obando que era director de la Casa de la Cultura”. Con muchos nervios, relata Fabio, le presentó una propuesta para hacer parte de la Casa de la Cultura con un proceso de danza. Y en el 2003 inició en la Casa de la Cultura, entró sin saber nada, apoyándose en unos videos, investigando mucho y con la fortuna de encontrarse grandes maestros a nivel nacional que fueron sus mentores como bailarín y también como docente y ser humano a quienes se debe y agradece.
Más de 60 a 50 años aproximadamente que en Pueblorrico hay danzas. Y Fabio ha sido partícipe de la consolidación de la escuela que, hoy por hoy, cuenta con 135 integrantes con siete grupos de danza de todas las edades que han recorrido buena parte del país: Bogotá, Sincelejo, Sucre; Chía, Cundinamarca; Otanche, Boyacá; Zambrano, Bolívar y la mayoría de los pueblos de Antioquia. ¿Acaso no es en sí misma la danza un viaje?
Este proceso de formación, sin embargo, no lo cansa. Y es consciente de que la mayor dificultad que entraña este proceso es la deserción en el proceso. Otra dificultad grande es la consecución de recursos, sobre todo porque el arte como la cultura no han sido objetivo importante de las voluntades políticas (será por eso que estamos como estamos).
No obstante las dificultades, Fabio es un hombre de retos y proyectos. La escuela ya la conocen a nivel Nacional y su sueño es viajar ya como embajadores a otros países. De hecho ya hay invitaciones a México y Venezuela o Chile si mal no estoy. Y quizá sea de la dificultad de donde le ha nacido también la capacidad de gestión. Al punto de que, como él mismo lo dice “se siente bendecido porque han tocado puertas y se las han abierto”.
Es así que la Escuela y la Casa de la Cultura han ganado diversos premios, por ejemplo, con el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia se ganaron un proyecto para investigar sobre los trapiches y realizar la propia coreografía, de donde surge “la danza de la panela” que es así incluida en el repertorio de la danza en Colombia, difundido por varias partes del país. Otro proyecto, ya con el Ministerio de Cultura en 2016, relata cómo fueron esos inicios de la danza, lo recrean en “Pueblorrico: danza, pasado y presente histórico”. De ese presente, el ahora, se puede decir que hay una capacidad para bailar cualquier cosa, es decir, que se aprecia en el tiempo una evolución artística y comunitaria. Comunitaria porque la danza en Pueblorrico convoca, enciende el fuego. El día o la noche que baila la escuela no hay necesidad de ponerse ruana y si se lleva sombrero uno termina quitándoselo.
Para Fabio “una cosa maravillosa es saber cómo uno ha podido transformarle vidas a estos muchachos, como uno por medio de la danza y ellos estar aquí, ver uno cómo ese ser humano que en la calle es un patán, un ser humano difícil, aquí en la escuela de danza es todo un señor, que respeta. Son las contrariedades de la vida, que afuera sea difícil y aquí se porten bien es un satisfacción que no la compra ningún peso”, aclara Fabio con amabilidad y compostura.
Danza, sonido, movimiento, color, arraigo, ritmo, pasión, medida, sonrisa, Colombia, danzar “es un sentimiento tan tan tan de uno, tan vivo cuando baila y cuando ve bailando la gente que uno prepara. Eso es vivir, es un deleite, una sensación indescriptible, bailar y ver bailar lo que enseño. Eso es maravilloso. Para mí la danza es todo, es desestrés, ¡vida!”, palabras estas de Fabio Nelson que nos recuerdan una danza circular en el poema del poeta Wayuú Vito Apüshana:
Danza y nacimiento
Desde lo invisible alguien sueña con la danza…
y los movimientos de todos los seres existentes
visitan los pies de mi hermanita recién nacida.
El círculo del baile no cesa.
Fabio excelente Este Articulo Que Te Hicieron Felicitaciones...Sabes Que Siempre Seras Para Mi Digno De Admirar La Verdad Aprendi Tantas Cosas De Usted Que En Este Momento En Mi Vida Social Me Sirven Te Lo Agradezco En El Alma Sos Un Grande De Los Grandes... espero que sigas creando esas personas Dignas y sobre todo sencillas
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