Por Didier E. Cano B. 8°
Oh gran amor mío y bella doncella que con tus verdes ojos y hermosa sonrisa pasas por la acera de enfrente y no sé cómo poder hablarte.
Con tu cabello ondulante cautivas al pasar por la acera de enfrente.
Pasas y cada día me enamoro más. Oh Encantadora mujer que pasa por la acera de enfrente; que me meneas tus caderas como un bambú al viento.
Doncella que siempre pasa por la acera de enfrente y no sé como poder hablarte. No sé como acercarme para poder conocerte, mujer, la verdad es que te miro y más me gustas, yo te sueño tanto y pesadillas no me asustan; tu caminando, tu cabello ondulado, me has dejado trastornado y ni siquiera te he hablado.
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