Por Simón Yépez Ocampo, 11°.
Es una novela que habla del sentido de la vida y del camino que recorremos para llegar a ser nosotros mismos. Narra las vivencias de un hombre que a lo largo de su vida se vio perdido y acompañado después por algunas personas que él consideró guías.
Al principio parte de la ruptura de las ideas primas que surge cuando nos damos cuenta que las cosas no son como pensamos. Descubrimos que el mundo no solo está lleno de personas bondadosas, de amor y de caridad, y nos hacemos consientes de la existencia de otra cara de la moneda, de la maldad, la envidia, y el egoísmo. Aquí se presenta el proceso de separación entre el mundo idílico y el mundo real, que al ser tan diferente en primera instancia nos puede llegar a frustrar enormememente.
Me dio la impresión de que en este punto de la historia el autor presenta como monstruos a todas las necesidades del ser humano, a todas las mal vistas, las que nadie se atreve a mostrar en público, porque desde pequeños nos han enseñado a ocultarlas. De este modo la lucha interna que vive día a día nuestro personaje (Sinclair) nos hace sentir identificados quizás con la lucha que llevamos dentro de nosotros mismos.
Sinclar, sufre continuas catarsis emocionales en distintos puntos de su vida. Para mí representa la transición que todo ser humano debería vivir para conocerse a sí mismo y de este modo poder entregarse a sus ideales.
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